Marina quería hacer un regalo especial a Judit y a Anna por su boda, el trail del Pedraforca. Como habitantes del Berguedà que son y montañosas, se casaron bajo el Pedraforca. Nos gustaba que hubiera un elemento natural, así como ellas, y no podía ser nada mejor que una piedra del Pedraforca. La premisa era que los tocados fueran únicos, pero parecidos, así que decidimos hacerlos simétricos, iguales pero diferentes, porque juntas vuelan y vuelan alto.