María y Marc organizaron una gran fiesta del amor, de las que no puedes parar de llorar y de reír, de las que las emociones están a flor de piel. ¡Emoción tras emoción! Y es que tengo que decir que son tan guapos (es que son amigos míos): valoran sus amigos, y te hacen ser parte de su familia. La amistad es una de las bases de su relación, y así empezó su historia, haciéndose amigos entre copas de vino y ¡cocinando tortillas de alcachofas! ¡Y es que el valor de las pequeñas cosas y poder compartirlas con los suyos les hace felices! El grabado de los anillos representa las hojas de la alcachofa. Y es que, en su casa, ¡nunca falta la alcachofa!

¡María tenía muy claro la pieza que quería para su fiesta del amor! (aparte de los anillos, claro está): ¡un brazalete! El azul del mar tenía que estar presente, con otros colores y texturas. Ella me decía: “Como tus
piezas… ¡con color! ¡Como la última expo que hiciste!”.

La inspiración era clara: el sol, el mar y la arena de Formentera, donde se conocieron y donde hicieron una gran
fiesta, la fiesta del amor. También tenía que ser alegre y luminoso, como María.

Cuando alguien confía en ti, te deja hacer, y además tiene clarísimo que la pieza será preciosa, el resultado siempre es sorprendente, porque la libertad siempre es un punto a favor tuyo, te ayuda a soltarte y que todo fluya; como
su relación con Marc, libre y ¡con mucho amor!